LI Congreso de Filosofía Joven
Madrid, 30 de junio - 3 de julio de 2014

Tema


La reflexión en torno al “poder” recorre el cuestionamiento filosófico desde sus más remotos orígenes hasta su más cercana actualidad.
El poder es algo que se ejerce y que se hace obedecer. Lo que de este modo cae bajo el punto de mira es la pregunta por la soberanía y la legitimidad. Pero el poder es también algo inscrito en la carne, en el espacio y en la sociedad que lo habita. En este sentido, el poder es fundamentalmente aquello en lo que de alguna manera ya se está. De ahí que no se trate sólo de quién y cómo se ejerce el poder, sino de lo que el poder mismo constituye y hace posible por el mero hecho de ser.
El poder se inmiscuye en todos los ámbitos de la vida, se desliza inadvertidamente hasta ese lugar secreto desde el que gobierna y se hace obedecer. El espacio, la sociedad, el cuerpo, etc., son sin lugar a dudas señalados bastiones del poder. Pero no lo son sin colmar el resquicio en el que todavía son posibles nuevos espacios, nuevas formas de discurso, e incluso una nueva corporalidad. El lenguaje, la técnica, el arte, etc., aparecen precisamente en el lugar de ese resquicio, en ese lugar plegado desde el que todavía cabe ejercer la lucha del poder contra el poder.
Lo innombrado del poder se presenta así como una sustancialidad extremadamente dúctil que no parece dejarse apresar más que en la multiplicidad de “movimientos” que se ovillan en torno a él.